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La fiesta grande que se hacía en la antigua Grecia para celebrar un tipo de entrada a un Año Nuevo tenía el nombre de Panateneas, dedicado a la diosa y protectora de la ciudad de Atenas, Atenea. En ella, hacían ofrendas, Juegos, lectura de poesía y encendían el fuego sagrado, todo para que la ciudad o la Polis —como se llamaba antiguamente— tuviera buena suerte.
En la ciudad de Balaguer tendremos que empezar a hacer algo parecido a eso para parar la decadencia de esta ciudad con un equipo de gobierno inactivo que deja morir el centro antiguo de la ciudad y poco a poco la ciudad se va apagando. Tampoco hay que dejar de mencionar la dejadez de las calles, no solo por la limpieza, sino también por las aceras, cada vez en peor estado (esto lo han sufrido los ciudadanos con numerosas caídas), un pavimento de las calles cada año más deteriorado, un inexistente pabellón necesario en el secano, unos presupuestos participativos donde aún no han movido ni una piedra, aunque tengamos la suerte de ser la ciudad con más estudios hechos por el equipo de gobierno.
No solo han abandonado el mantenimiento de la ciudad, sino también al tejido empresarial, pues las ayudas destinadas para la crisis del Covid son irrisorias, han subido tasas a la población y les hacen pagar las tasas de terraza a bares y restaurantes siendo el sector más castigado por la pandemia.
Es en Balaguer donde han demostrado que no han tenido ningún plan para combatir esta crisis de la pandemia, pero sí tienen una campaña hecha por sus juventudes de Esquerra Republicana atacando a sedes de otros partidos y obligando a hablar en catalán a los castellanoparlantes. Con esta mentalidad y esta inactividad solo nos queda recurrir a los dioses para poder parar la decadencia que está sufriendo la ciudad por parte de este gobierno.
Sergi, vols dir que cal anar fins a l’antiga Grècia per dir que les malvades joventuts d’Esquerra Republicana van perseguint pel carrer als pobres castellanoparlants, obligant-los a cop de diccionari, a fer-los parlar en català ? Jo ara hi passejo menys que abans pels carrers de Balaguer, però mai he vist ningú, diccionari en mà, perseguint a un pobre atabalat cantant l’últim flamenc… . Si això comença a passar, avisa’m, sens falta! Però no només a mi! Recorre a tots els auxilis! No permetis que aquest tipus de persecucions acabin amb un pobre castellanoparlant expressant-se compungit i amb desgana en aquest idioma malvat que s’imposa allí on va.
La veritat és que gràcies a la teva aportació, ara que hi reflexiono, amb aquesta nova informació que has publicat, no entenc com el català ha esdevingut una llengua minoritària…com pot ser que cada any el parli menys gent, tant i com n’és de despòtic…? . Però calla,…, acabo d’entendre el perquè de la resta de les plagues que comentaves que pateixen els balaguerins…vols dir que no deu ser com a conseqüència d’aquestes persecucions continuades, que els pobres obrers no troben mai el moment d’arreglar una mica els carrers !? Clar…imagina’t, cada dia gent amunt i avall imposant-se aquí, imposant-se allà…és impossible que el ciment s’assequi…, i ja se sap que sense uns bons fonaments, no hi ha empresa que rutlli! 😉