¿Volvemos a construir Puentes?

El Supremo ha tumbado el tercer grado a los políticos presos, ya que para optar al tercer grado tienes que tener buena conducta y haber cumplido una cuarta parte de la condena. No han cumplido ni la mitad de la condena y las leyes son las mismas para todo el mundo.

No olvidemos que están en la cárcel por incumplir leyes, por querer ir por el camino fácil y rápido en vez de coger el camino del trabajo, de poner a trabajar el diálogo y llegar a puntos en común, de dar un ejemplo a toda la ciudadanía, además de no elegir la confrontación que se ha traducido en el confrontamiento en la calle entre personas, familias y amigos; consecuencias nefastas para Cataluña.

Y donde Balaguer no ha sido diferente. Aquí se han hecho boicots a empresas, se ha atacado a ciudadanos, se ha atacado a sedes de otros partidos simplemente por pensar diferente, y esto no es democracia sino totalitarismo, donde por pensar diferente tienen el derecho de atacarte, hacerte boicot en tu empresa o faena para que te echen o incluso inventar una denuncia falsa. Además tienen el derecho de pintar y destrozar el mobiliario de la ciudad sin que el Paer en cap salga a condenarlo y sabiendo que lo hacen sus Juventudes del mismo partido. Al Paer en cap no le importa si se arruinan empresas o las vidas de ciudadanos de Balaguer, prefiere que los que levantan la voz con puntos diferentes de visión sean callados, en lugar de dialogar y encontrar puntos en común, que seguro que se encuentran.

Porque no olvidemos que somos personas y que la palabra es nuestro idioma. Podemos tener ideologías o religiones diferentes, pero nos podemos entender y dialogar sin necesidad de llegar a los boicots, actos vandálicos o agresiones, esos actos son más propios de los animales.